|  | LUISA MERCEDES LEVINSON Y 
                        SU COLABORACIÓN CON BORGES.LUZ DE LIMBO. LECTURAS 
                        VISIONES REVISIONES . 5.12.07. Blog de Víctor Coral, 
                        Lima, Perú,
 
 por VICTOR CORAL
 
 Hay muy pocos casos en la historia de la literatura en 
                        que padres e hijos (o hermanos) hayan sostenido la misma 
                        calidad literaria. Es tan difícil como encontrar 
                        una vaca en un Velásquez. Los que se me vienen 
                        a la memoria ahora son Alejandro Dumas padre e hijo, los 
                        hermanos Machado y los Goytisolo, en España; los 
                        poetas Jorge y Jerónimo Pimentel, en el Perú, 
                        y las dos Luisas, en Argentina. Hay más, claro. Cuando digo las dos Luisas, me refiero, por cierto, a 
                        Luisa Mercedes Levinson (1904-1988), madre de otra extraordinaria 
                        cuentista, Luisa Valenzuela, a quien ya me he referido 
                        aquí. Pienso que si no ha trascendido más 
                        la obra de esta argentina maravillosa es porque sus inclinaciones 
                        entre místicas y esotéricas, y la arrolladora 
                        personalidad que la llevó a ser una figura principal 
                        en la cultura argentina de los sesenta y setenta, opacaron 
                        sus libros de cuentos, si bien irregulares muchos de ellos, 
                        con picos realmente notables. He releído dos textos clave para escribir esta 
                        pequeña nota: "El abra", de su libro 
                        El estigma del tiempo (Seix Barral, 1975), y "La 
                        hermana de Eloísa", escrito a cuatro manos 
                        con Jorge Luis Borges, así como lo escuchan. Que 
                        se sepa es la única vez que el genio de Ficciones 
                        aceptó escribir al alimón un cuento con 
                        una escritora. En una página web de Tucumán 
                        se dice que el cuento de Borges-Levinson "sigue circulando 
                        en fotocopias como una verdadera obra de culto", 
                        pero yo acabo de encontrar una transcripción en 
                        Internet y la comparto con ustedes.  El otro cuento, "El abra", está ambientado 
                        en un claro de selva de Misiones, y su tema es la lucha 
                        por su libertad de una mujer secuestrada por dos hombres. 
                        La resolución es magistral, y la forma en que narra 
                        los movimientos de sus personajes resulta casi hipnótica. 
                        Con razón ha sido traducido a varios idiomas y 
                        Saint-John Perse, Roger Caillois y Francis de Miomandre, 
                        entre muchos otros, se han rendido ante esta breve joya. 
                        Lo pueden encontrar incluido en el volumen citado, El 
                        estigma del tiempo, donde hay tres o cuatro cuentos igual 
                        de atendibles.
 Acusada de excéntrica, outsider y de sofisticada 
                        ignara, Luisa Mercedes Levinson sufrió en su tiempo 
                        el equívoco más cruel para alguien que ama 
                        la literatura: se magnificó su figura, sus joyas, 
                        sus vestidos llamativos, sus boutades y encuentros literarios, 
                        pero se soslayó o no se vio el valor de su cuentística 
                        y sus piezas de teatro. Cuando había alcanzado 
                        la madurez como escritora y la oportunidad de un reconocimiento 
                        justo se imponía, el fenómeno del boom latinoamericano 
                        vino como una avalancha y casi la borró del mapa. Hoy las cosas son distintas. Su figura crece a medida 
                        que se conocen sus cuentos. Así recuerda ella lo 
                        de su insólita colaboración creativa con 
                        Borges: Cuando me propuso escribir un cuento en colaboración 
                        casi me desmayo. Borges, en 1954, no era conocido como 
                        ahora. Pero nosotros, los escritores, sabíamos 
                        de su grandeza. Le llamábamos "escritor para 
                        escritores". Yo tenía casi terminada otra 
                        novela, Concierto en mi. Se la había dado a leer 
                        a Borges y a su cuñado, el ensayista español, 
                        Guillermo de Torre. El proceso de elaboración de 
                        "La hermana de Eloísa", el cuento que 
                        escribí con Borges, fue peculiar. Caminábamos 
                        por toda la ciudad, por los barrios más inusitados, 
                        como Puente Alsina, llegábamos hasta Avellaneda, 
                        etc., tomábamos el tren y nos íbamos a las 
                        estaciones del Oeste. Así nació el argumento 
                        de ese cuento largo, que da título a un pequeño 
                        libro. El editor fue Julio César Gancedo. Tal vez 
                        no fue una gran realización. Para mí, lo 
                        valioso fue que, durante el proceso de elaboración, 
                        aprendí el arte de corregir. Borges venía 
                        a tomar el té todas las tardes y escribíamos 
                        durante dos o tres horas, una sola página. Era 
                        una novedad para mí, que fui siempre una atropellada. 
                        Cuando a Borges y a mí se nos ocurría una 
                        idea, Borges la sopesaba, la aclaraba, y la transformaba 
                        en síntesis. (Luisa Mercedes Levinson. Borges y Bioy la tratan con 
                        respeto y cariño en ese blog impreso que es Borges, 
                        de Bioy Casares. Portada de la primera edición 
                        de La hermana de Eloísa)
 Datos personalesVictor Coral: Estudié Ciencias Administrativas 
                        y Literatura en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. 
                        En 1998 fundé la revista literaria Ajos & Zafiros. 
                        He publicado los poemarios Luz de limbo (2001) y Cielo 
                        estrellado (Santo Oficio, 2004), y la novela Rito de paso 
                        (Norma, 2006). He hecho crítica literaria y periodismo 
                        cultural en los diarios La República y El Comercio. 
                        He publicado poemas, artículos y ensayos en Letras 
                        Libres, Revista de Crítica Literaria Latinoamericana, 
                        Hueso Húmero, Periódico de Poesía 
                        (UNAM), Quehacer, Letras S5, La Siega, y más.
 
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